Una joven universitaria se encuentra un anuncio de unas clases de yoga y decide apuntarse. Se presenta sola en el lugar y se encuentra a un viejo meditando que parece ser el único que está por ahí. Aprovechando la intimidad y lo golfa que es, la joven vio la oportunidad de practicar sexo con él y le zorreó hasta tener la polla arrugada en la mano. Acabaron follando allí mismo, al aire libre, como dos exhibicionistas.